Los disfraces son uno de los mejores juguetes de los niños. Con ellos exploran el mundo y lo interpretan a su manera, con toda su imaginación. Disfrazarse es hacer lo que más les gusta: interpretar un personaje, soñar y dejarse llevar por la fantasía. Desde que conocimos la firma francesa Mouché nos enamoramos de su ropa divertida, sus disfraces de hada, de bailarina y sus complementos. Hechos a mano a base de tul y seda, cada pieza es especial, dulce y duradera. Disfraces clásicos hechos para crecer con ellos.
La ropa de Mouché cumple una doble función, por eso la llamamos ropa divertida: se puede utilizar como disfraz o como ropa de calle. La capa larga es ideal para noches especiales de estas Navidades, las faldas de tutú tanto largas como cortas se pueden combinar con un bonito jersey para conseguir un look especial. Son de talla única se utilizan a partir de los 3 años.
Ropa para soñar que se transforma y con la que las pequeñas se pueden convertir en preciosas hadas, reinas, princesas o bailarinas.
Para ello cuentan con complementos tan especiales como la varita, disponible en varios colores, la capa de tul y las coronas realizadas con vinilo y con cola de tul para hacer más auténtico el disfraz.
Otra de las sorpresas de Mouché son sus cojines y colgantes.
Los móviles de nubes son el complemento ideal para una habitación de bebé. Realizadas a mano con seda y algodón y con tonos plata, blanco o rosas. Un complemento dulce y un regalo especial que combina con cualquier tipo de habitación y que estimula a los bebés con los dulces colgantes.
Cojines mágicos como las lunas o estrellas que llenan de dulzura una habitación.
Ropa y complementos hechos para soñar.
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